Cosmética


Dícese del arte de aplicar preparados para preservar o embellecer el cutis y el cabello.

En los pueblos primitivos los cosméticos tienen un carácter mágico. En China y la India iban asociados a las prácticas religiosas. En Egipto, a la medicina. En Grecia y Roma alcanzaron gran desarrollo. Actualmente, la cosmética constituye una verdadera industria en la que participan la química, la biología, la farmacia y la medicina.

Pero si queremos cosmética ecológica, todo esto no es suficiente. La cosmética ecológica (biológica u orgánica) es la que usa ingredientes naturales de procedencia exclusivamente ecológica. De modo que toda la cosmética ecológica es natural, pero no toda la cosmética natural es ecológica.

Principios para que un cosmético sea natural y ecológico

  • La mayor parte de los ingredientes son naturales o de origen natural. Estamos hablando de un mínimo del 90%.
  • No se incluyen materias primas, especialmente compuestos químicos, sobre los que existen dudas sobre su inocuidad para el medio ambiente o la salud de las personas.
  • Utilizan procesos de transformación y elaboración respetuosos con el medio ambiente.
  • Se permiten ingredientes de origen animal siempre que no sean derivados de animales amputados o sacrificados específicamente para la elaboración del cosmético.
  • No están testados en animales ni el producto final ni ninguno de sus ingredientes.
  • No se admiten ingredientes ni procesos que impliquen el uso de tecnologías controvertidas como organismos modificados genéticamente (OGM), nanotecnología o irradiación.
  • Se suelen utilizar embalajes eco-responsables, reciclados y/o reciclables.

Los ingredientes de origen animal y vegetal pueden estar certificados como ecológicos si cumplen el Reglamento CE 834/2007. Si el cosmético contiene un porcentaje mínimo (alrededor del 95%) de ingredientes de origen vegetal y/o animal ecológicos certificados se considera “cosmética ecológica”. Si no cumple este requisito estamos hablando de “cosmética natural”.

Los productos cosméticos nos aportan bienestar y los utilizamos para cuidarnos. De ahí que su seguridad sea la máxima prioridad.

Todos los productos cosméticos y de perfumería que hay en el mercado en España (y en toda Europa) están regidos por la legislación europea. Concretamente, por el Reglamento número 1223/2009 de Productos Cosméticos. Entre otros aspectos garantiza la calidad, seguridad y eficacia de los ingredientes, la composición, el proceso de fabricación y el envase.


Centro de preferencias de privacidad